Hoy se inicia el Congreso de uno de los partidos tradicionales peruanos, el Partido Popular Cristiano PPC. En su agenda figura la elección de su candidatura a Lima. La voceada candidatura de Lourdes Flores Nano representa más los intereses de gente que quiere “chapar lo que pueda” para el partido o para sí mismo que lo que correspondería a la calidad política de Flores Nano.
Desde hace meses se ha hecho una especie de “camita” para que Lourdes Flores Nano se postule a la alcaldía de Lima. Lourdes que es una política experimentada sabe muy bien que su pretendida candidatura a la alcaldía sería una propuesta política para impedir que la corrupción llegue a la Municipalidad de Lima. No se trataría pues de una propuesta municipal sino una legítima propuesta política en un contexto en que su ex aliado, el Alcalde Castañeda no se postulará a una nueva reelección por Lima.
Parece increíble que Lourdes sabiendo, porque tiene que saberlo, que la jugada por hacerla candidata a Lima viene de Palacio de Gobierno se vea prácticamente obligada a aceptar una candidatura que ella no quiso, que tal vez no aún quiera. En realidad sospecho que a Lourdes no la quieren de Alcaldesa de Lima sino bajo tierra para el 2016 cuando el actual gobernante se postularía para un 3º período. Lourdes se ve entre dos fuegos: fuera del PPC no quieren una competencia más que le reste votos (ni Toledo ni Castañeda ni Keiko) y dentro del PPC sus partidarios necesitan una locomotora que les arrastre cual vagones para hacerse de un espacio de cargos públicos a repartirse en las elecciones municipales. Es un error político si cede a estas presiones, como parece que va a suceder.
Desde mi punto de vista es un error político que Lourdes se postule como candidata a Lima. No sólo porque el PPC se convertiría en rehén político de otras fuerzas en el 2011 a las que tendrá que recurrir para las presidenciales, sino porque podría ser el final político de una mujer que es claramente presidenciable. Además la Democracia Cristiana se quedaría sin representante electoral, pues Alejandro Toledo no pertenece a esa ideología. No es verdad, de otro lado, que Lourdes representa la honestidad contra la corrupción. No porque no sea honesta, que sí parece serlo, sino que porque políticamente ha tenido críticas en su lucha contra la corrupción. Aparecerse en el matrimonio de una de las hijas de Fujimori no es precisamente algo simbólico si de lucha contra la corrupción hablamos. Tampoco lo es su apoyo a la gestión de Luis Castañeda, o su asociación laboral con el tal Cataño. Al margen de su honestidad, que no está en discusión, hablamos de gestos, de simbolismo, lo cual en política es siempre importante. Y en ese campo el simbolismo político de Susana Villarán contra la corrupción es más nítido. Así que si Lourdes no se postula a Lima naturalmente la candidatura de Susana Villarán crecerá y le atajará a Kouri con igual o mayor efectividad que la candidatura de Lourdes. La gente reacciona y busca una candidatura que haga frente a quien no acepta, en este caso a quien vio en una salita del SIN tratando cosas reñidas con la ética. Lourdes no es necesaria para detener a Kouri, la ciudadanía lo detendrá como sucedió en el 2000 con Andrade, Castañeda, Toledo, cuando Fujimori buscaba su re-relección. La gente busca y encuentra una candidatura alternativa contra la corrupción.
Así gane Lourdes la Municipalidad de Lima, que es muy probable, no será un buen negocio para ella ni para su partido que se verá reducido al ámbito municipal. Dicen que en eso le dará una plataforma para su candidatura Presidencial del 2016 y que allí será su gran revancha contra Alan García. Veremos si final de la película podremos escribir “cómo llegó Lourdes a convertirse en la 1º Presidenta del Perú” o algo así como “Tips para perder campaña tras campaña”. Mi impresión es que Lourdes debe ser candidata del PPC a la Presidencia del 2011 y no dejarse llevar por los cantos de sirena ni de dentro ni de fuera del PPC.