Para tratar de responder esta pregunta debo hacer varias precisiones para que se entienda a lo que me referiré en lo que sigue de este escrito.
En primer lugar, entenderé a Acción Popular equivalente a líderes de AP, y a éste “líderes de AP” como a aquellos connotados acciopopulistas con un alto cargo público o partidario y que además pueda trabajar un perfil mediático.
El término “avanzar” será para efectos de este escrito equivalente a aumentar la influencia social-electoral de cara a las elecciones del 2010 – 2011.
Y por “oposición” sí necesito explayarme un poco antes de transmitir lo que espero del trabajo de los líderes de AP.
Antes que nada para mí no existe una “oposición”, lo que hay varias oposiciones. Esto es, existen varios grupos que confrontando con el gobierno tratan de aumentar su influencia en la vida política nacional. Y con esto quiero aclarar lo que para mí central cuando hablo de oposición: un grupo de políticos cuyo trabajo político consiste en confrontar con el gobierno con el fin de acumular poder político para las siguientes elecciones.
Claro está que las complejidades de la vida política, los necesarios cálculos políticos, la naturaleza de las coyunturas en que se desenvuelven los políticos, etc., hace imposible que exista una única oposición. Lo que hay es más bien grupos cuyo interés principal es idéntico –aumentar su influencia en la vida política-; pero como cada uno de estos grupos (que para este caso vienen a ser los partidos políticos) quiere para sí estas ganancias políticas entonces las estrategias varían según cada cual grupo se encuentre posicionado. Ciertamente, hay coincidencias de intereses, pero estas coincidencias tienen límites según el posicionamiento, intereses e ideología que cada grupo asuma en determinado contexto.
Muy bien, entonces tenemos claro lo que significará AP, Avanzar, y oposición u oposiciones. Entonces ahora sí puedo tratar de responder a la pregunta: ¿Cómo puede hacer AP para avanzar como oposición?
Nadie es adivino y puede predecir lo que va a pasar en el futuro. Pero cualquier trabajo tiene sin embargo que calcular los posibles escenarios y a partir de allí saber ubicarse en el lugar que más réditos le va a rendir. Los intereses y la ideología funcionan más bien como límites, por lo menos si queremos hacer más simple la construcción de los escenarios.
La fuerza política de un partido como AP depende básicamente de la fuerza política de sus líderes o de alguno de sus líderes en particular.
Creo que lo “antropormórfico” de nuestra política se debe a que la gente común y corriente ha internalizado algunas virtudes como la bondad, la solidaridad, la honradez, el esfuerzo, etc, como virtudes que pueden ser incorporadas a la política y que esta incorporación es buena para el progreso de la sociedad y el bienestar de la gente. El detalle es que estas virtudes son propias de personas no de abstracciones o entelequias. Así una persona honrada hace cosas honradas y puede hacer que la política sea más honrada de lo que es. O una persona solidaria puede hacer que la solidaridad sea un eje en la vida política. Todo esto puede ser discutible, pero no importa, lo que me interesa es el bosquejar una respuesta a por qué la política es antropomórfica.
Las virtudes que harían de la sociedad una sociedad mejor radicaría entonces en las personas. Entonces, la gente busca que sean las personas virtuosas las que sean depositarias de su confianza y las represente. De allí podría resultar en lo antropomórfico de nuestra política, aunque es un fenómeno generalizado, o si no veamos el caso estadounidense.
Si lo dicho es cierto la política seguirá siendo antropomórfica. Y esto debe ser tomado como un dato de la realidad por los partidos. Por lo tanto Acción Popular si quiere fortalecerse tiene que potenciar sus cuadros, especialmente sus altos cuadros: Víctor Andrés García Belaunde, Yohny Lescano, Luis Enrique Gálvez, principalmente. Pero también a Mesías Guevara, Rosario Sasieta, Ricardo Burga, Carlos Valenzuela…
Éste razonamiento es el eje de mi planteamiento político. Ahora sí puedo responder a la pregunta transformándola en otra pregunta más fácil de responder: ¿Cómo puede el partido potenciar sus cuadros políticos? Me parece que AP tiene limitaciones pero algo puede hacer.
En primer lugar el partido o mejor dicho sus altos dirigentes reunidos en un Comité Político deben consensuar un candidato a la Presidencia del partido en alguien que acumule fuerza política personal que luego pueda utilizar en beneficio de la institución. Igual lógica debe predominar para el caso de la Vicepresidencia. Con esto el partido estaría lanzando cuadros que posteriormente pueden potenciarlo como institución. La Presidencia es un trabajo de adentro hacia fuera. El mismo sentido tiene el segundo punto. Luego explico por qué.
En segundo lugar AP debe eliminar cargos abajo, pero crear altos cargos. Ya mencioné anteriormente la Presidencia del Comité Político. Los partidos modernos necesitan portavoces que transmitan a la población su opinión o posición sobre la coyuntura política para ganar o no perder posiciones.
Somos tantos millones los ciudadanos que sería imposible la comunicación directa por lo cual se hace necesario que los políticos manejen adecuadamente los diferentes medios. Los cargos bajos no sirven para esta labor porque no concentran en sí la confianza sino de un número reducido de militantes, pero los altos cargos sí concentran la confianza de grandes sectores del partido si no de todo el partido. Esta es la razón por la que su palabra tenga más valor partidario. Y eso es lo que cuenta para los grandes medios. No es que descalifique los cargos pequeños sino que es consecuencia de una límpida lógica aristotélica.
La necesidad de que el partido esté presente en el escenario político va a depender de la fuerza de su voz como partido. Y como la voz del partido es la voz de sus líderes es bueno que el partido tenga varias voces. El cargo de Presidente del Comité Político –como la Presidencia y vice presidencia- es un buen lugar para que alguna personalidad del partido acumule fuerza política que luego puede retribuir al partido por medio de su acción política.
Es exactamente la misma lógica neoliberal que tanto predica la derecha sólo que traspasada a la política. El pensamiento neoliberal sostiene que si se facilita las ganancias de aquellos que se dedican a enriquecerse al final toda la sociedad gana, pues hasta los más pobres se benefician de la riqueza generada. La izquierda critica esta posición y sostiene que hay que apoyar a los necesitados en cuya fuerza se apoya toda la riqueza. En realidad, también existe el “justo medio”. Ya habrá ocasión para hablar de eso. Hoy sólo quiero referirme a que el pensamiento neoliberal aplicada a la economía es inmoral, pero aplicada a la política electoral parece más llevadero. En todo caso la lógica política no puede estar separada completamente del pensamiento dominante. Y por eso cuando los partidos modernos ensanchan sus altos cargos lo que hacen es ponerse a tono del contexto. Sino miremos al partido aprista: hace años que hace gala de su Presidencia de su Comité Político bien manejado además por Mecha Cabanillas. ¿Los acciopopulistas somos menos? ¿Por qué el complejo de algunos militantes de acabar con estos altos cargos? ¿No se han dado cuenta del rumbo por donde avanza el mundo actual? ¿En qué se basan tal complejo? Hay que mirar adelante. Si alguien, en su opinión, no desempeñó bien su cargo no es razón para eliminar un caro tan importante para el partido.
En tercer lugar, el partido tiene que concentrar toda su fuerza en una persona. La lógica es la misma: el partido concentra su fuerza en unos cuantos y esos cuentos en uno sólo: el presidenciable. No hay espacios para la mezquindad, alguien tiene que liderarnos, y según mi punto de vista ese alguien tiene que salir de esta terna: García Belaunde, Yonhy Lescano, Luis Enrique Gálvez.
Se trata sin duda de una elección delicada, pero creo yo que importante para la continuidad del partido. El temor, los cálculos, las ambiciones pueden frustra esto. Es que las debilidades humanas hacen más difícil esta elección de por sí complicada. En todo caso explico algunos criterios acerca de cómo podríamos elegir a nuestro “presidenciable”.
Según mi personal punto de vista el “presidenciable” tiene que salir de la lectura de los escenarios de aquí al 2011. No se trata que éste o el otro es mejor que el otro, sino de calcular, y hablo bien, calcular los escenarios electorales de tal forma que el “presidenciable” tiene que capitalizar mejor su trayectoria personal en un escenario complejo pero cuyas posibilidades tenemos que calibrar.
No se trata de que si Lescano es el más adecuado a un hipotético escenario los demás le dejen el espacio libre. Nada de eso. Parece más bien un trabajo de equipo, pero la figura, la imagen tiene que ir perfilándose. Creo.
Por ejemplo si tenemos un escenario que favorece los grandes bloques entonces el partido tiene que ser liderado por alguien que acomode mejor al bloque del cual elige ser parte. Por ejemplo, si los líderes del partido creen que en el escenario del 2011 se va a formar cuatro bloques -APRA-y amigos (SN) / Humalismo y amigos / Lourdes, Toledo y amigos, y fujimorismo y amigos- entonces el partido tiene que ver si le conviene entrar a uno de estos bloques o la lucha en solitario.
Ir a las elecciones en solitario es casi como ir al suicidio, la valla electoral pondría en riesgo incluso la misma existencia legal del partido. Además a nuestros líderes les encanta estar en la foto, jugar en las grandes ligas. Los antecedentes –polarización del escenario electoral, etc.- también aconsejan que veamos con cierta desconfianza ir con un candidato propio. Me gustaría que fuese diferente pero conociendo a los dirigentes de AP éstos optarían no sólo por integrar una coalición opositora sino ayudar a crearla. Los fujimoristas y los apristas están entre los primeros descartados como parte de la coalición que eventualmente integraría AP.
Aunque AP no debe descartar la otra opción, es claro sin embargo que AP, PPC, Perú Posible son –si la experiencia de Lourdes Flores le sirve a ella para algo- candidatos a una coalición electoral para las generales del 2011. Una Lourdes moderada, experimentada podría ser la carta de esta hipotética coalición. Y a pesar de que muchos descartan a Lourdes, en mi opinión ella es potencialmente mucho más fuerte, electoralmente hablando, que el siguiente candidato: Alejandro Toledo.
Si fuese éste el caso nuestro “presidenciable” tendría que ser alguien que encaje mejor para que realice el trabajo de ganar espacios en dicha coalición electoral. El nombre casi salta a la vista: Vitocho García Belaunde, amigo personal de Lourdes y Toledo. El apellido Belaunde algo debe pesar.
Si Lourdes pierde la confianza en el electorado, o no acepta –como en el 2006- ir con nosotros, y Toledo no despega en el electorado –ambas cosas probables-, es decir que si la coalición fracasa, el partido tendría que presentar a alguien que pueda llegar hasta el final de la contienda con el partido entre sus hombros. Y según mi punto de vista ese alguien tiene que ser Yonhy Lescano. Creo que Lescano puede andar hasta el final de la campaña electoral del 2011, lo digo por su posicionamiento político (y dada las características de las elecciones peruanas) y no sólo por sus cualidades personales, y bien puede ser nuestra figura en caso de que las coaliciones fracasen. LEG puede ir abriéndole el paso presentándose como candidato del partido para la alcaldía de Lima. El 2010 es anterior al 2011. De modo que el partido debe ver estas dos elecciones como uno sola en más de un aspecto.
Entonces a la pregunta ¿cómo puede hacer AP avanzar como oposición? He respondido con tres respuestas concretas.
Primero: el Comité Político debe reunirse y consensuar un candidato que luego sea proclamado como Presidente y vicepresidente de todos los acciopopulistas.
Segundo: el partido debe fortalecer –o crear otros- altos cargos, ceder a sus principales figuras lugares desde los cuales aumenten sus influencia política hacia fuera del partido. Hable de la Presidencia del Comité Político.
Tercero: el partido debe perfilar un “presidenciable” que represente al partido en el 2011, o negocie la posición del partido en la creación y fortalecimiento de una coalición electoral para las generales del 2011.
En cuarto lugar, el partido debe incidir en su organización interna: locales abiertos, difusión ideológica, visita a los comités de las regiones, avanzar con las elecciones de dirigentes del mayor número de comités, etc. Todo este trabajo, o gran parte de él depende del Comité Ejecutivo y del Secretario General Nacional. Para eso han sido elegidos.
En política una parte depende de tu esfuerzo, otra parte de la fortuna, de azar, del caos, del estar en el lugar y momento preciso. Sin embargo, a veces parece que el partido hace menos esfuerzo del que debería, por ejemplo se pudo aprovechar mejor el discurso del Presidente de la República. Una respuesta preparada aún antes de escuchar el mensaje, aprovechar mejor el impacto mediático.
Temo que la doctrina del “no es momento para eso” se haya quedado como una herencia del Dr. Paniagua. La inmovilidad, la postergación del cálculo, el temor al riesgo, las pequeñas miserias… o la insensatez de querer llevar a la Presidencia a un fundador del partido -de un pensamiento más rígido del necesario- pueda dañar al partido de manera que dañe las perspectivas de las nuevas generaciones.
Demás está decir que lo arriba expuesto se trata sólo de una versión preliminar acerca de lo que el partido debe o puede hacer de cara al 2011.
Saludos
Edson Baldeón
PD: leer otros artículos en: http://edsonbaldeon.blogspot.com/
Lima, 1º de agosto de 2008