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jueves, 31 de julio de 2008

¿Cómo puede hacer AP para avanzar como oposición?


Para tratar de responder esta pregunta debo hacer varias precisiones para que se entienda a lo que me referiré en lo que sigue de este escrito.

En primer lugar, entenderé a Acción Popular equivalente a líderes de AP, y a éste “líderes de AP” como a aquellos connotados acciopopulistas con un alto cargo público o partidario y que además pueda trabajar un perfil mediático.

El término “avanzar” será para efectos de este escrito equivalente a aumentar la influencia social-electoral de cara a las elecciones del 2010 – 2011.

Y por “oposición” sí necesito explayarme un poco antes de transmitir lo que espero del trabajo de los líderes de AP.

Antes que nada para mí no existe una “oposición”, lo que hay varias oposiciones. Esto es, existen varios grupos que confrontando con el gobierno tratan de aumentar su influencia en la vida política nacional. Y con esto quiero aclarar lo que para mí central cuando hablo de oposición: un grupo de políticos cuyo trabajo político consiste en confrontar con el gobierno con el fin de acumular poder político para las siguientes elecciones.

Claro está que las complejidades de la vida política, los necesarios cálculos políticos, la naturaleza de las coyunturas en que se desenvuelven los políticos, etc., hace imposible que exista una única oposición. Lo que hay es más bien grupos cuyo interés principal es idéntico –aumentar su influencia en la vida política-; pero como cada uno de estos grupos (que para este caso vienen a ser los partidos políticos) quiere para sí estas ganancias políticas entonces las estrategias varían según cada cual grupo se encuentre posicionado. Ciertamente, hay coincidencias de intereses, pero estas coincidencias tienen límites según el posicionamiento, intereses e ideología que cada grupo asuma en determinado contexto.

Muy bien, entonces tenemos claro lo que significará AP, Avanzar, y oposición u oposiciones. Entonces ahora sí puedo tratar de responder a la pregunta: ¿Cómo puede hacer AP para avanzar como oposición?

Nadie es adivino y puede predecir lo que va a pasar en el futuro. Pero cualquier trabajo tiene sin embargo que calcular los posibles escenarios y a partir de allí saber ubicarse en el lugar que más réditos le va a rendir. Los intereses y la ideología funcionan más bien como límites, por lo menos si queremos hacer más simple la construcción de los escenarios.

La fuerza política de un partido como AP depende básicamente de la fuerza política de sus líderes o de alguno de sus líderes en particular.

Creo que lo “antropormórfico” de nuestra política se debe a que la gente común y corriente ha internalizado algunas virtudes como la bondad, la solidaridad, la honradez, el esfuerzo, etc, como virtudes que pueden ser incorporadas a la política y que esta incorporación es buena para el progreso de la sociedad y el bienestar de la gente. El detalle es que estas virtudes son propias de personas no de abstracciones o entelequias. Así una persona honrada hace cosas honradas y puede hacer que la política sea más honrada de lo que es. O una persona solidaria puede hacer que la solidaridad sea un eje en la vida política. Todo esto puede ser discutible, pero no importa, lo que me interesa es el bosquejar una respuesta a por qué la política es antropomórfica.

Las virtudes que harían de la sociedad una sociedad mejor radicaría entonces en las personas. Entonces, la gente busca que sean las personas virtuosas las que sean depositarias de su confianza y las represente. De allí podría resultar en lo antropomórfico de nuestra política, aunque es un fenómeno generalizado, o si no veamos el caso estadounidense.

Si lo dicho es cierto la política seguirá siendo antropomórfica. Y esto debe ser tomado como un dato de la realidad por los partidos. Por lo tanto Acción Popular si quiere fortalecerse tiene que potenciar sus cuadros, especialmente sus altos cuadros: Víctor Andrés García Belaunde, Yohny Lescano, Luis Enrique Gálvez, principalmente. Pero también a Mesías Guevara, Rosario Sasieta, Ricardo Burga, Carlos Valenzuela…

Éste razonamiento es el eje de mi planteamiento político. Ahora sí puedo responder a la pregunta transformándola en otra pregunta más fácil de responder: ¿Cómo puede el partido potenciar sus cuadros políticos? Me parece que AP tiene limitaciones pero algo puede hacer.

En primer lugar el partido o mejor dicho sus altos dirigentes reunidos en un Comité Político deben consensuar un candidato a la Presidencia del partido en alguien que acumule fuerza política personal que luego pueda utilizar en beneficio de la institución. Igual lógica debe predominar para el caso de la Vicepresidencia. Con esto el partido estaría lanzando cuadros que posteriormente pueden potenciarlo como institución. La Presidencia es un trabajo de adentro hacia fuera. El mismo sentido tiene el segundo punto. Luego explico por qué.

En segundo lugar AP debe eliminar cargos abajo, pero crear altos cargos. Ya mencioné anteriormente la Presidencia del Comité Político. Los partidos modernos necesitan portavoces que transmitan a la población su opinión o posición sobre la coyuntura política para ganar o no perder posiciones.

Somos tantos millones los ciudadanos que sería imposible la comunicación directa por lo cual se hace necesario que los políticos manejen adecuadamente los diferentes medios. Los cargos bajos no sirven para esta labor porque no concentran en sí la confianza sino de un número reducido de militantes, pero los altos cargos sí concentran la confianza de grandes sectores del partido si no de todo el partido. Esta es la razón por la que su palabra tenga más valor partidario. Y eso es lo que cuenta para los grandes medios. No es que descalifique los cargos pequeños sino que es consecuencia de una límpida lógica aristotélica.

La necesidad de que el partido esté presente en el escenario político va a depender de la fuerza de su voz como partido. Y como la voz del partido es la voz de sus líderes es bueno que el partido tenga varias voces. El cargo de Presidente del Comité Político –como la Presidencia y vice presidencia- es un buen lugar para que alguna personalidad del partido acumule fuerza política que luego puede retribuir al partido por medio de su acción política.

Es exactamente la misma lógica neoliberal que tanto predica la derecha sólo que traspasada a la política. El pensamiento neoliberal sostiene que si se facilita las ganancias de aquellos que se dedican a enriquecerse al final toda la sociedad gana, pues hasta los más pobres se benefician de la riqueza generada. La izquierda critica esta posición y sostiene que hay que apoyar a los necesitados en cuya fuerza se apoya toda la riqueza. En realidad, también existe el “justo medio”. Ya habrá ocasión para hablar de eso. Hoy sólo quiero referirme a que el pensamiento neoliberal aplicada a la economía es inmoral, pero aplicada a la política electoral parece más llevadero. En todo caso la lógica política no puede estar separada completamente del pensamiento dominante. Y por eso cuando los partidos modernos ensanchan sus altos cargos lo que hacen es ponerse a tono del contexto. Sino miremos al partido aprista: hace años que hace gala de su Presidencia de su Comité Político bien manejado además por Mecha Cabanillas. ¿Los acciopopulistas somos menos? ¿Por qué el complejo de algunos militantes de acabar con estos altos cargos? ¿No se han dado cuenta del rumbo por donde avanza el mundo actual? ¿En qué se basan tal complejo? Hay que mirar adelante. Si alguien, en su opinión, no desempeñó bien su cargo no es razón para eliminar un caro tan importante para el partido.

En tercer lugar, el partido tiene que concentrar toda su fuerza en una persona. La lógica es la misma: el partido concentra su fuerza en unos cuantos y esos cuentos en uno sólo: el presidenciable. No hay espacios para la mezquindad, alguien tiene que liderarnos, y según mi punto de vista ese alguien tiene que salir de esta terna: García Belaunde, Yonhy Lescano, Luis Enrique Gálvez.

Se trata sin duda de una elección delicada, pero creo yo que importante para la continuidad del partido. El temor, los cálculos, las ambiciones pueden frustra esto. Es que las debilidades humanas hacen más difícil esta elección de por sí complicada. En todo caso explico algunos criterios acerca de cómo podríamos elegir a nuestro “presidenciable”.

Según mi personal punto de vista el “presidenciable” tiene que salir de la lectura de los escenarios de aquí al 2011. No se trata que éste o el otro es mejor que el otro, sino de calcular, y hablo bien, calcular los escenarios electorales de tal forma que el “presidenciable” tiene que capitalizar mejor su trayectoria personal en un escenario complejo pero cuyas posibilidades tenemos que calibrar.

No se trata de que si Lescano es el más adecuado a un hipotético escenario los demás le dejen el espacio libre. Nada de eso. Parece más bien un trabajo de equipo, pero la figura, la imagen tiene que ir perfilándose. Creo.

Por ejemplo si tenemos un escenario que favorece los grandes bloques entonces el partido tiene que ser liderado por alguien que acomode mejor al bloque del cual elige ser parte. Por ejemplo, si los líderes del partido creen que en el escenario del 2011 se va a formar cuatro bloques -APRA-y amigos (SN) / Humalismo y amigos / Lourdes, Toledo y amigos, y fujimorismo y amigos- entonces el partido tiene que ver si le conviene entrar a uno de estos bloques o la lucha en solitario.

Ir a las elecciones en solitario es casi como ir al suicidio, la valla electoral pondría en riesgo incluso la misma existencia legal del partido. Además a nuestros líderes les encanta estar en la foto, jugar en las grandes ligas. Los antecedentes –polarización del escenario electoral, etc.- también aconsejan que veamos con cierta desconfianza ir con un candidato propio. Me gustaría que fuese diferente pero conociendo a los dirigentes de AP éstos optarían no sólo por integrar una coalición opositora sino ayudar a crearla. Los fujimoristas y los apristas están entre los primeros descartados como parte de la coalición que eventualmente integraría AP.

Aunque AP no debe descartar la otra opción, es claro sin embargo que AP, PPC, Perú Posible son –si la experiencia de Lourdes Flores le sirve a ella para algo- candidatos a una coalición electoral para las generales del 2011. Una Lourdes moderada, experimentada podría ser la carta de esta hipotética coalición. Y a pesar de que muchos descartan a Lourdes, en mi opinión ella es potencialmente mucho más fuerte, electoralmente hablando, que el siguiente candidato: Alejandro Toledo.

Si fuese éste el caso nuestro “presidenciable” tendría que ser alguien que encaje mejor para que realice el trabajo de ganar espacios en dicha coalición electoral. El nombre casi salta a la vista: Vitocho García Belaunde, amigo personal de Lourdes y Toledo. El apellido Belaunde algo debe pesar.

Si Lourdes pierde la confianza en el electorado, o no acepta –como en el 2006- ir con nosotros, y Toledo no despega en el electorado –ambas cosas probables-, es decir que si la coalición fracasa, el partido tendría que presentar a alguien que pueda llegar hasta el final de la contienda con el partido entre sus hombros. Y según mi punto de vista ese alguien tiene que ser Yonhy Lescano. Creo que Lescano puede andar hasta el final de la campaña electoral del 2011, lo digo por su posicionamiento político (y dada las características de las elecciones peruanas) y no sólo por sus cualidades personales, y bien puede ser nuestra figura en caso de que las coaliciones fracasen. LEG puede ir abriéndole el paso presentándose como candidato del partido para la alcaldía de Lima. El 2010 es anterior al 2011. De modo que el partido debe ver estas dos elecciones como uno sola en más de un aspecto.

Entonces a la pregunta ¿cómo puede hacer AP avanzar como oposición? He respondido con tres respuestas concretas.

Primero: el Comité Político debe reunirse y consensuar un candidato que luego sea proclamado como Presidente y vicepresidente de todos los acciopopulistas.

Segundo: el partido debe fortalecer –o crear otros- altos cargos, ceder a sus principales figuras lugares desde los cuales aumenten sus influencia política hacia fuera del partido. Hable de la Presidencia del Comité Político.

Tercero: el partido debe perfilar un “presidenciable” que represente al partido en el 2011, o negocie la posición del partido en la creación y fortalecimiento de una coalición electoral para las generales del 2011.

En cuarto lugar, el partido debe incidir en su organización interna: locales abiertos, difusión ideológica, visita a los comités de las regiones, avanzar con las elecciones de dirigentes del mayor número de comités, etc. Todo este trabajo, o gran parte de él depende del Comité Ejecutivo y del Secretario General Nacional. Para eso han sido elegidos.

En política una parte depende de tu esfuerzo, otra parte de la fortuna, de azar, del caos, del estar en el lugar y momento preciso. Sin embargo, a veces parece que el partido hace menos esfuerzo del que debería, por ejemplo se pudo aprovechar mejor el discurso del Presidente de la República. Una respuesta preparada aún antes de escuchar el mensaje, aprovechar mejor el impacto mediático.

Temo que la doctrina del “no es momento para eso” se haya quedado como una herencia del Dr. Paniagua. La inmovilidad, la postergación del cálculo, el temor al riesgo, las pequeñas miserias… o la insensatez de querer llevar a la Presidencia a un fundador del partido -de un pensamiento más rígido del necesario- pueda dañar al partido de manera que dañe las perspectivas de las nuevas generaciones.

Demás está decir que lo arriba expuesto se trata sólo de una versión preliminar acerca de lo que el partido debe o puede hacer de cara al 2011.

Saludos

Edson Baldeón
PD: leer otros artículos en: http://edsonbaldeon.blogspot.com/
Lima, 1º de agosto de 2008


LA DE VITOCHO: UNA PRESIDENCIA APROBADA

LA DE VITOCHO, UNA PRESIDENCIA APROBADA

He leído las dos últimas trincheras del buen Jorge Mansilla. En ellas contradice algunos de mis opiniones. Aunque no me menciona abiertamente, es claro que responde algunos de los planteamientos que formulé anteriormente. Esto ha motivado que justifique mis opiniones últimas. Y esto porque es mi deseo alejarme del debate de clisé y slogan y entrar en un debate de ideas y argumentos. En esta ocasión me referiré especialmente a la evaluación de la Presidencia del actual Presidente de Acción Popular: Víctor Andrés García Belaunde.
Mansilla ha formulado, una vez más, su opinión desfavorable en cuanto a la gestión de García Belaunde. Yo digo que no ha sido tan mala como él señala. No ha sido una gran Presidencia, con seguridad, pero hay matices rescatables. Véamos.
Ciertamente, hacer una evaluación de la gestión de Vitocho como Presidente de AP en este momento que arrastra la "buena leche" ante los ojos de la militancia ahora que acaba de ser candidayto de la oposición a la Presidencia del Congreso de la República le favorece. Pero independiente de este hecho, ahora que su Presidencia finaliza es necesario hacer tal evaluación.
Creo que para evaluarlo hay que tener muy presente qué es la Presidencia, lo que señala el estatuto y aún lo que no señala pero que es necesario tener en cuenta en una evaluación de la gestión presidencial. Me limitaré a hacer una extensión de los argumentos que anteriormente expuse sobre el valor de la Presidencia. Esto me servirá como una medida a través de la cual pueda finalmente señalar si Víctor Andrés García Belaunde aprueba o desaprueba su gestión al Frente del partido. Resumo en cuatro estos puntos:

1. La Presidencia fija la línea política del partido, y la presenta a la ciudadanía. El partido además sigue estos lineamientos generales.
2. La Presidencia encumbra un liderazgo partidario para que acumule poder político y ejerza su influencia en nombre del partido y en bien de la nación.
3. La Presidencia da unidad al conglomerado de intereses internos.
4. La Presidencia vigoriza al partido externamente.

Respecto del primer punto, Vitocho García Belaunde aprueba, pues impartió la línea política del partido de manera clara lo cual fue seguido por el partido en su conjunto. La línea política clara y contundente durante la Presidencia de VAGB fue que Acción Popular es de oposición al gobierno aprista. El partido sigue esta línea general. Vitocho presentó al partido como opositor, y en general este mandato de máxima importancia puede ser tomado como aprobatorio para VAGB. Pues tuvo los efectos que toda línea general debe tener: consenso. En otros partidos, por ejemplo UPP su Presidente dice una cosa, su secretario General dice otra cosa, y sus militantes no saben que decir. En AP la línea opositora es unívoca. García Belaunde no ha titubeado en presentar ante la ciudadanía al partido como oposición desde un primer momento. Si tendríamos que calificarlo con una tabla del 1 al 10 yo le pongo 6 en esta primera tarea que esperaría de un Presidente acciopopulista.
El mandato presidencial es una tarea HACIA FUERA del partido. Por eso cuando se juzga a García Belaunde por si tuvo o no un plan de acción partidario no están entendiendo la función de la Presidencia en toda su extensión. Aunque es ciertamente válida esta crítica.

Respecto del segundo punto - La Presidencia encumbra un liderazgo que acumule poder político que pueda ser utilizado mediáticamente para influir en la sociedad a través de cargos públicos- Vitocho ha aprobado cumplidamente, especialmente con su rendimiento en su postulación fallida a la Presidencia del Congreso de la República.
La Presidencia es un lugar que el partido mantiene para uno de sus elementos con más proyección partidaria, para que éste acumule poder político e influya en la sociedad a través de su rendimiento político mediático. Vitocho ha utilizado la Presidencia para hacerse un lugar en la lista de los candidatos al Congreso por el partido, figurando nada menos que con el nº 1 en la lista que presentara el Frente de Centro. Luego, ya en el Congreso, Vitocho se hizo un lugar nítido como opositor liderando el partido y la bancada de Alianza Parlamentaria como su vocero o su Portavoz. Posteriormente logró que varias bancadas lo apoyaran en su pretensión de hacerse con la Presidencia del Primer Poder del Estado. Hubo fortuna para él y un buen manejo de sus capacidades, pero el resultado final en la elcción a la Presidencia del Congreso nos indica que le faltó muñeca para rematar, pero cumplió su papel. Y por eso si tuviera que calificar su desempeño según este segundo punto, en una tabla del 1 al 10, yo le podría 7.
Vitocho supo comprender el valor de la Presidencia, lo utilizó como estaba llamado ha hacerlo, finalmente no se hizo de la Presidencia del Congreso como todos hubiésemos querido, pero no por eso deja de ser positivo su desenvolvimiento en este muy importante segunda función que espero para quien ejerce la Presidencia de AP.
Respecto del 3º punto, su rendimiento es más claro. La unidad del partido depende de varias cosas. Es más que todo un papel en el plano de la imagen política. Un partido como Acción Popular no necesita más tipo de unidad sino la política. Y a eso correspondió García Belaunde. Al fijar la línea política opositora del gobierno aprista Vitocho lo que hizo fue delimitar la identidad política al partido en un contexto como el presente.
Además de la unidad política también hay cierta unidad de acción pues dentro del Comité Ejecutivo Nacional hay delegados del Presidente que coordinan con éste y en este sentido existe como una doble correa de transmisión con la operatividad misma del partido representado en el CEN. De hecho, el actual Secretario General de Acción Popular fue apoyado durante su campaña por el García Belaunde quien incluso se las arregló para que la Vicesecretaría del Comité Ejecutivo nacional esté en manos de la secretaria del Presidente.
No hay duda de que el CEN toma en cuenta la línea maestra que le llega desde la Presidencia, desde el Comité Político, y desde sus altos órganos deliberativos. Acción Popular durante la gestión de García Belaunde ha sido uno sólo, débil, opaco, pero inequívocamente uno sólo. No ha existido un bando interno que haya desvirtuado las líneas maestras de la Presidencia, y todas las críticas bajan el tono a pesar de que el partido se sabe débil. Y es que durante el tiempo en que ejerció la Presidencia VAGB no se notó la alternativa, un poder paralelo que dispute la influencia interna o externa al actual mando presidencial. En ese sentido se conservó la unidad del partido. Si tendría que calificar la gestión de Vitocho en este tercer punto según la tabla arriba mencionada le pondría 8.
El cuarto punto es sin duda el más importante, y el más importante si observamos bien el valor de la Presidencia. Me refiero a la fortaleza del partido. Este punto tiene más importancia que los tres puntos anteriormente mencionados. Sería una discusión aparte el dar valor referencia a cada uno de los puntos que he seleccionado para calificar el rendimiento del actual Presidente de AP. Pero sin duda este punto tendría que tener mayor valor que los otros.
Si el partido ubica a uno de los suyos como el primero entre iguales y le da un valor destacado, otorgándole incluso un poder delegado, en cierto grado bonapartista. Si, digo, lo encumbra con el sitial más elevado que es capaz de dar a uno de los suyos tiene éste por fuerza que rendir, y rendir en beneficio del partido. No tiene que quedarse en un rendimiento personal sino en uno que redunde en beneficio del partido. ¿ha sido éste el caso de Víctor Andrés García Belaunde? No, sin duda. No hay que ser ciego para darse cuenta que el partido no ha salido fortalecido durante el mandato de García Belaunde. Es más, incluso se puede decir que cuando asumió la Presidencia VAGB el partido era más fuerte que hoy que lo deja. Por eso, si tendría que evaluar la gestión del buen Vitocho en este punto, según la tabla en referencia del 1 al 10, le pondría 4. Y eso.

Entonces tendríamos la calificación ya casi lista. Ordenemos por puntos según puntaje.


Variables a evaluar
Calificación del 1 al 10
1. La Presidencia fija la línea política del partido, y la presenta a la ciudadanía. El partido además sigue estos lineamientos generales. 6
2. La Presidencia encumbra un liderazgo partidario para que acumule poder político y ejerza su influencia en nombre del partido y en bien de la nación. 7
3. La Presidencia da unidad al conglomerado de intereses internos. 8
4. La Presidencia vigoriza al partido externamente. 4

Promedio: 6.25
Aprobado



Según mis "objetivos" criterios de calificación y mi "subjetiva" calificación tendríamos que aprobar a Vitocho García Belaunde como quien dice “a las justas”. Ahora yo dudo que el próximo Presidente del partido pueda superar el rendimiento de Víctor Andrés, a pesar del magro 6.25 que calificaría como promedio en una tabla del 1 al 10 y según los criterios expuestos.
Sólo dos últimas observaciones. La primera referente a la ponderación de las variables. Es evidente que el cuarto punto tiene que valer más en una evaluación más profunda. Si hiciéramos este trabajo más complejo y por cierto más trabajoso Vitocho García Belaunde bajaría un poco su calificación, pues fue precisamente este punto donde sale “jalado”. Y al valer más esta variable arrastraría las otras bajando el promedio final.
La segunda observación sería que la ponderación tiene que ser variable según las circunstancias en que nos encontremos como partido. Vale decir, que no es lo mismo un período electoral que uno post-electoral. Las exigencias son otras, la valla tiene que subir o bajar según las expectativas de la militancia, pero principalmente según las metas que la propia Presidencia asuma en su campaña en la que se hace del cargo.
En resumidas cuentas, la Presidencia en manos de Víctor Andrés García Belaunde ha sido positiva para el partido, con evidentes deficiencias que esperemos el próximo Presidente supere. El próximo Presidente tendría un gran reto para superar el rendimiento de Vitocho. Esperemos que lo supere, en bien del partido, y especialmente en bien del futuro del partido. Repito, EN BIEN DEL FUTURO DEL PARTIDO.
También podría asegurar, ya para terminar, que una hipotética Presidencia de Javier Alva Orlandini tendría en el punto 2 y en el punto 4 sus grandes retos, casi imposibles de remontar por el buen JAO. Por eso, en nombre del futuro del partido próximamente le enviaré una segunda carta pública donde le seguiré exponiendo razones y argumentos para que desista de su candidatura, y más bien el partido cree para él el cargo de Presidente del Comité Político del partido. Pero de esto hablará más adelante.
Un abrazo a todos los acciopopulistas por estas fiestas patrias
ADELANTE!!!
Edson Baldeón