En los
últimos días algunos progresistas creen que la izquierda ha
hecho un mal papel en las últimas elecciones para los 22 regidores revocados y
que un relanzamiento en Lima debe incluir que Susana Villarán no postule por la reelección. A
contrapelo de estas posiciones creo que Susana Villarán debe presentarse a la
reelección. En el presente artículo explicaré por qué.
En primer
lugar no me parece que el 7,6 % de votos obtenidos en Lima en la última
elección deba ser considerado un fracaso atribuible a la alcaldesa. En realidad
la ciudadanía no identificó la elección última como un plebiscito sobre la gestión de
Susana, ni la alcaldesa hizo campaña, ni la ciudadanía estaba debidamente
informada sobre el logo de la lista oficialista, es más la ciudadanía ni
siquiera estaba interesada en saberlo. Mucha gente votó porque no tenía otra. Y si
muchos ciudadanos votaron por el PPC, Somos Perú, tal vez fuera porque su campaña (que tampoco
fue mucha) pudo ser mejor capitalizada porque estos partidos son marcas
electorales, especialmente en Lima.
No
se trató de una elección política típica con campaña con componentes
políticos-ideológicos más o menos definidos. Las dos principales diferencias entre estas últimas elecciones para regidores con la del 2014 será que ésta será plebiscitarias (si se presenta Susana a la reelección) y tendrán un componente ideológico. Y estas dos diferencias podrían ser muy importantes en el 2014. Por ello saltar a conclusiones a
partir de los resultados obtenidos en esta última elección podrían ser apresuradas.
De la derecha no espero más pues evidente que responde más a sus deseos que a la realidad. Para la derecha sería un negociazo que Susana no se presente, pues tendría el espacio casi sola para ella.
Algunos progresistas creen que el "fracaso" de Susana condenará al progresismo a la derrota el 2014.
Susana
Villarán debiera presentarse a la reelección, pues una campaña por su
reelección tendrá un efecto inmediato: abrirá espacios a los limeños para un debate
y una reflexión sobre lo que se ha realizado, los problemas que ha tenido,
otros que se le han adjudicado sin razón, y sobre lo que queremos para la
ciudad. Lamentablemente hasta ahora lo que hemos tenido no ha sido sino la
propaganda de los poderosos medios de comunicación, especialmente de El Comercio
que como es sabido le ha puesto cabe a la alcaldesa apenas se instaló en el
sillón municipal, y aún antes.
Sin embargo, creo que es posible que una campaña por la
reelección de Susana abra espacios para el debate. Ya hay antecedentes.
Recuerdo que en la campaña por el NO se armó un debate y muchos ciudadanos
recién se enteraron de lo que la Municipalidad estaba haciendo, y que los
medios no lo informaban adecuadamente. Y se entendió que si era necesario que
continuara en el cargo, a pesar de la campaña de los medios. Y por eso Susana se quedó como alcaldesa.
No tengo dudas que la ciudadanía
mejorará su percepción del trabajo de la alcaldesa en la campaña pues tendrá
más información y estará con más disposición a recibirla que ahora. Y que ello
aumentará sus posibilidades electorales más que cualquier otra figura electoral
progresista (como Marissa Glave). No dudo que El Comercio y cia van a jugar desde el inicio a polarizar las elecciones entre Castañeda o Belmont, invisibilizando a Marissa Glave, lo cual no podrían hacerlo con una Susana recargada y lanzada a la reelección.
Por el
contrario, si Susana Villarán no postula, se corre el riesgo de que sus obras no sean conocidas entre la
ciudadanía y menos reivindicadas. Se corre el riesgo de que la dinámica de la campaña
“entierre” sus obras, su figura y con ello el capital electoral
del progresismo. El progresismo necesita que la misma Susana sea la que
defienda su gestión, y lo haga con la fuerza de la verdad, de la evidencia y
apoyada por todo el progresismo. Nadie mejor que ella para reivindicar el
trabajo realizado.
Y esto es importante porque querámoslo o no la ciudadanía va a identificar la gestión de Susana
como la gestión de la izquierda y el "fracaso" de Susana como el
fracaso de la izquierda. Por lo tanto, los resultados de la gestión de Susana
en la percepción de la ciudadanía será la base desde donde tenga que
construirse la opción progresista para Lima. No puede desligarse los resultados
de la gestión actual en la MML de la potencialidad electoral del progresismo en
Lima para el 2014.
Tiempo al
tiempo. La política tiene sus tiempos. No saltemos a conclusiones apresuradas
respecto a la gestión de Susana ni sobre sus potencialidades electorales de
cara a una reelección.
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