A medida que se acerca la fecha de las elecciones municipales, El Ingenio va presentando algunos precandidatos para la alcaldía de este distrito. Tenemos a Carlos Cabrera Gutierrez conocido como “Trinche”, a Justo Farfán, a Juan Patiño, a Genaro Espinoza, y otros que seguramente se presentarán.
Para el caso de la Alcaldía de El Ingenio, en principio, los favoritos serían Trinche y Justo Farfán. Ambos tienen experiencia municipal, y tienen sus simpatizantes. De los dos, Trinche seguiría siendo presumiblemente el más fuerte.
El siguiente artículo pretende introducirse a las próximas elecciones en El Ingenio respondiendo a la siguiente interrogante: ¿Cuáles son las fortalezas y cuáles son las debilidades electorales de Trinche?
En mi opinión, “Trinche” tiene hoy por hoy un favoritismo difuso, intención de votos no consolidados, y cuya simpatía proviene del factor básico electoral. ¿Cómo es eso? A ver, generalmente, como una cuestión casi mecánica, los Alcaldes en ejercicio son comparados con el que acaba de salir. Si el Alcalde en ejercicio resulta desfavorecido en la comparación con el que salió entonces este crecerá en simpatías.
La gente comparó lo más evidente: la cercanía y lejanía respecto de la gente del Alcalde y del ex alcalde. Y no hay que ser especialista para darse cuenta que el actual alcalde es percibido como “Lejano” de la gente. Entonces la gente revaloró la “cercanía” de Trinche con la población. Y esta sería la principal razón de su actual popularidad. Y precisamente porque no es un valor en sí mismo, sino el resultado de una comparación que esa popularidad no está consolidada, lo estará cuando se compare con los actuales candidatos y aún sea visto positivamente.
¿Qué tan fuerte o débil es electoralmente Trinche? Una vez hice unas cuantas entrevistas a algunos pobladores. Y todos coincidieron en señalar que “Trinche” le genera simpatía porque “era buena gente”. Pero cuando continúas preguntando a qué se refería con eso de “buena gente” dicen que es porque “ayudaba a los necesitados” y cuenta alguna anécdota al respecto. Cuando sigues escarbando para entender a qué se refieren cuando hablan de “apoyo a los necesitados” llegas a cosas que no tienen que ver directamente con la política. Generalmente refieren que ese apoyo consistía en apoyo monetario, dinero en efectivo. Entonces te das cuenta que eso de “buena gente” en realidad se trata de uno de los vicios de la política y el subdesarrollo político que es el clientelismo. Es decir, que el afecto electoral se sostiene en la entrega de dinero o favores, o alguna compensación económica. Entonces te das cuenta que la “fortaleza de Trinche”, es decir su popularidad, está sostenida por la antipolítica, por el clientelismo y que en realidad, se trata de una popularidad tan fuerte como un globo grande que puede ser pinchado, no solo por sus adversarios, sino también por la realidad política.
¿Cómo es eso? Miren, en realidad los beneficiarios de Trinche NUNCA pueden ser la mayoría. Tienen por fuerza que ser una minoría. Tal vez se trate de una minoría bullliciosa, o una minoría importante, pero siempre será una minoría. ¿Por qué? Porque los recursos que presumiblemente se repartieron cuando era alcalde y que le hacen ver como “buena gente” son limitados, y alcanzan para una minoría. Nunca alcanzan para todos, ni siquiera para una mayoría. Por más que griten, por más que digan lo que quieran siempre serán una minoría los que se beneficiaron del “Alcalde Buena gente”. De los 2,800 aproximadamente electores hábiles difícilmente pasarán de 300, ó 400, o a lo sumo 500, pero no más. Los demás miraron, le dijeron, le contaron, o aspiraron, pero no se beneficiaron. Y eso son los límites de esa candidatura. Así de simple, y así de claro.
Si se fijan cuántos votaron por Trinche el 2014 se darán cuenta que fueron 510. PRECISAMENTE los 500 que les digo. Obtuvo una votación de 510 electores. UNA MINORÍA. Apenas el 21 % de los votos emitidos. Y menos del 20% de los electores hábiles. Y en esos 510 votantes que obtuvo el 2014 incluyen a los que se beneficiaron y además a los que aspiraban a beneficiarse, además de un porcentaje que votaron por él porque creyeron que era el menos malo.
A ojo de buen cubero de los 510 votos que obtuvo Trinche el 2014, unos 300 podían ser los beneficiarios, unos 100 los que aspiraban a beneficiarse, y unos 100 los que creyeron que era el menos malo. Allí están los 510. No hay más de donde rascar la olla.
Y si a esto agregamos que esa cantidad de los que votaron por Trinche lo obtuvo cuando disponía los recursos de la Municipalidad que en ese entonces estaba en plena bonanza económica, y que esos recursos no los tiene hoy, entonces podremos ver un poco más claramente que si se apoya en los recuerdos de cuando era generoso, o en lo que pueda dar económicamente en esta campaña, entonces estamos frente a una candidatura que no es tan fuerte como algunos piensan.
Pero la buena noticia para el popular “Trinche” es que generalmente los que más regalan no ganan. Es decir que si está misio no significa que vaya a debilitarse electoralmente necesariamente. “Trinche” tiene que recordar que él ganó en el 2010 cuando daba menos cosas a la gente que “Ticher”, a quien ganó. Y que lo mismo pasó en el 2014 que ganó Martín Caipo precisamente a “Trinche”, que era el más “regalón”. De modo que no es verdad lo que mucha gente repite que gana quien más regala. Al contrario, al parecer quien más regala tiende a perder en El Ingenio. La gente castiga a quien supone corrupto.
Decía que Trinche tiene otros puntos débiles que no tienen que ver con los recursos económicos, que a lo mejor no tengan relación directa con su gobierno anterior, sino con la forma cómo él puede defenderse de los ataque que seguro llegarán más temprano que tarde de parte de sus adversarios y de un sector de la población. Y allí entramos al plano dialéctico, a lo argumentativo, a la capacidad de convencimiento al elector, o de ampliar tu base electoral. Y allí creo que está el punto débil de “Trinche”, pues de todas maneras le preguntarán por qué se cayó tal obra que se construyó en su gobierno municipal (la canaleta de agua para riego de la Ayapana en Maca Maca, por ejemplo; o el muro de la captación de agua potable en Márquez, por ejemplo), le preguntarán por qué no funciona o nunca funcionó esta otra obra (Los Reservorios de agua en San José o San Antonio, por ejemplo; o el desagüe de Guadalupe, por ejemplo), o le preguntarán por qué en su gobierno El Ingenio se redujo los límites de nuestro distrito en el sector Sincacchi, por ejemplo.
Pero cuidado, no serán estas preguntas los que lo van a tumbar, SINO LA FORMA CÓMO EL LAS RESPONDA, COMO ÉL ENCARE ESTOS CUESTIONAMIENTOS. Si Trinche pierde no será por los ataques, sino por la forma cómo él los enfrente. Y ya sabemos que un candidato actuando a la defensiva es un mal candidato. Si a él le preguntan sobre algo negativo él tiene que responder inmediatamente sobre las cosas que la gente recuerde como positivas. Es decir NO TIENE QUE PONERSE A LA DEFENSIVA SINO SIEMPRE POR DELANTE, y con un discurso preparado, sin que pierda su “humildad”, y sin que se vea soberbio, sino que al contario, que aproveche para sacarle lustre a su fama de “buena gente y humilde”. Le sugiero que se preparé, que no lo tome a la ligera, que contrate a un “Coaching Media Político”. En Lima hay muchos, incluso en Ica puede haberlos.
Hasta hoy Trinche tiene más bien suerte de que aún no le hacen una crítica de fundamento. Nadie se le enfrenta frontalmente, sino que le enfrentan indirectamente, con rodeos, con indirectas, un poco como producto de la hipocresía política tan común en nuestro distrito.
Y buena suerte para él, porque al único que le conviene que la campaña aún no empiece con fuerza es al mismo Trinche. Pues cuando la campaña arrecie él será el Objetivo y el objeto de los ataques. En realidad, los candidatos atacarán a Trinche porque es EL favorito y porque existe la necesidad, para los otros candidatos, de bajárselo. Y también atacarán al actual Alcalde, porque se supone que la campaña es el momento para tratar de demostrar que podrá haber un mejor gobierno que el actual. Más adelante trataré de las debilidades del candidato Trinche, y del otro candidato: Justo Farfán. Entre los dos definirían al próximo Alcalde de El Ingenio. Suerte a los dos.