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viernes, 23 de julio de 2010

!!Caviares de Mierda!!! ¿Quiénes son los caviares y cuál es su ideología???


¡¡Caviares de mierda!!!

¿Quiénes son los caviares y cuál es su ideología???

Ayer leía por el facebook que alguien le espetó a otro “¡caviares de mierda!!!” sólo porque su interlocutor le recordó que el fujimorismo estaba involucrado con la corrupción a gran escala. Esto motivó mi reflexión acerca de quiénes serían los caviares y cuál sería su ideología.

Basta con teclear “caviar” en google para introducirnos a los orígenes del término “caviar” en Francia. No es mi intención repetir eso. Lo que pretendo más bien es opinar sobre cómo conceptuó a los llamados con este ahora adjetivo.

Generalmente se adjetiviza como “caviares” a los liberales del Perú: partidarios de los TLCs, de las inversiones, los DDHH y del mercado. Éstos critican a los partidos políticos tradicionales, pero son enemigos políticos de los fujimoristas y de la cúpula aprista, y en menor medida de la izquierda radical. A los liberales peruanos se les puso el mote de “caviares” especialmente porque su liberalismo está asociado a la defensa de los DDHH como en realidad es usual entre los liberales alrededor del mundo.

Entre los principales liberales del Perú ("acusados" de caviares)tenemos a Javier Pérez de Cuellar (Ex Secretario General de la ONU), Valentín Paniagua (Ex Presidente del Perú), Diego García Sayán (actual presidente de la CIDH), Susana Villarán (Ex Ministra), Rosa María Palacios (la más influyente del periodismo televisivo), Augusto Alvarez Rodrich (el más influyente del periodismo escrito), Francisco Soberón (Presidente de APRODEH y uno de los 50 principales defensores de los DDHH en el mundo), Beatriz Merino (1ª Premier mujer democrática del Perú y actual Defensora del Pueblo), César San Martín (Juez que condenara a Fujimori, y el único miembro del Poder Judicial peruano incluido entre los 100 personajes iberoamericanos más influyentes del 2009), Julio Cotler (el más prestigioso de los científicos sociales del Perú), Gustavo Mohme LLona (desaparecido periodista y propietarios de uno de los más prestigiosos diarios del Perú, La República), Gustavo Gutierrez (Sacerdote, intelectual de la Teología de la Liberación y Premio Príncipe de Asturias), Luis Bambaren (Ex Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, uno de los católicos más influyentes de la actualidad), Marco Arana (principal ecologista y el más reconocido de los ecologistas a nivel internacional del Perú actual), Fernando Rospigliosi (Ex Ministro del Interior y señalado como agente del Departamento de Estado de los EEUU), Marcial Rubio Correa (Rector de la PUCP, la más prestigiosa Universidad del Perú), etc. Para ser objetivos, los tres sacerdotes mencionados (Gutierrez, Bambaren y Arana) no confluirían necesariamente en el liberalismo aunque han sido adjetivados también como "caviares" por razones de su trayectoria anticorrupción, de defensa de las instituciones democráticas y especialmente porque hacen fuerza común con los liberales en su lucha contra el fujimorismo.

Son muchos los "acusados" como caviares, no todos pertenecen a la misma organización, ni siquiera coinciden en diferentes puntos de vista sobre el desarrollo del país o una lectura socioeconómica de la realidad nacional, pero están unidos principalmente por la defensa de la democracia liberal, el mercado como principal asignador de recursos en la sociedad, los DDHH y el liberalismo político. Así como también su combate a la corrupción, a los vicios de la política tradicional y al extremismo político. Sus principales enemigos políticos son el fujimoristas y sus aliados. Otra característica de los llamados “Caviares” es que son generalmente hombres y mujeres de Estado, que no están involucrados en actos de corrupción y tienen experiencia administrativa y de gestión gubernamental. Son la élite liberal de Estado. Son diferentes a los izquierdistas en tanto son liberales por convicción: defienden abiertamente la democracia representativa y los mercados; y son diferentes a los neoliberales en cuanto defienden la eficacia del Estado para un mejor aprovechamiento del mercado internacional, los DDHH y combaten la corrupción. Tampoco coinciden con los nacionalistas a cuyo líder (Ollanta Humala) ven como un demagogo y estatista.

Lo que los enemista visceralmente del fujimorismo: su autoridad intelectual y moral. Ningún “caviar” ha sido involucrado en actos de corrupción o de violación de los Derechos Humanos mientras que casi no existe en el fujimorismo (y entre sus aliados, como la actual cúpula aprista) alguien que no esté involucrado en actos de corrupción y/o de violaciones a los Derechos Humanos.

No es pues ni la política ni la economía los que diferencia especialmente a un caviar de un fujimorista y aliados sino la corrupción y las violaciones de los DDHH. De allí nace el odio visceral del fujimorismo a los que llaman caviar, porque saben que son, y se sienten menos moral e intelectualmente y eso les provoca un profundo odio porque a ellos también les gustaría tener algunos atributos de los liberales de Estado que llaman “caviares” con fingido desdén. Los fujimoristas se sienten profundamente despreciados por los liberales y a la vez desprecian a los izquierdistas. Los fujimoristas desprecian a los izquierdistas, pero envidian a los “caviares”, y tratan de ocultar su complejo de inferioridad ante los liberales (o caviares)con un fingido desprecio. Basta dar una lectura a los archivos para darse cuenta que los fujimoristas se destacan entre los políticos más mentirosos y cínicos de la historia del Perú, pero el odio de los fujimoristas hacia los liberales (o caviares) es sincero, es tal vez lo más sincero que tienen. La forma más lumpenesca en tanto accionar político es la que se ha se ha dirigido de los fujimoristas a los liberales peruanos(caviares).

Los fujimoristas y sus aliados no pueden presentarse ante sus electores como moral e intelectualmente inferiores que sus rivales, los liberales o caviares, ya con sentirse moral e intelectualmente inferiores le es muy duro, así que no pueden perder sin más las batallas de apariencias ante los ciudadanos. Y como no pueden levantarse más alto que los liberales tratan de rebajarlos, por lo menos ante la gente, tratan para ello de quitarles la moral ante la ciudadanía. Los acusan de “caviares” o sea de plantear propuestas contra la pobreza y a la vez tener un estilo de vida acomodada. Pero no lo hacen de manera seria, sino como un insulto, exagerando la supuesta riqueza de los “caviares” y tergiversando el sentido cuando no las propuestas mismas de los liberales. Por ejemplo, actualmente la CIDH ha planteado al Estado peruano cubrir las costas de los juicios sin debido proceso, pero la cúpula aprista y los fujimontesinistas presentan esto como “indemnización” a favor de los terroristas, y claro, como si los liberales estuvieran, no a favor del Estado de Derecho, sino siendo “generosos” con los terroristas, cuando no acusándolos de pro terroristas. Esas ganas de tergiversar la realidad, de presentar lo blanco como negro y lo negro como blanco nacen de un profundo complejo de inferioridad moral e intelectual de los fujimoristas y sus aliados que sienten contra los liberales. Sería bueno entrar a los archivos periodísticos por decir de un diario como El Comercio durante un año electoral y contar cuántas veces los fujimoristas y sus aliados han dicho defender a los pobres y cuántas propiedades e ingresos reciben y compararlos con los de los liberales. No sería raro que los fujimoristas ganen en los dos rubros: que tengan más propiedades y a la vez se vendan más como defensores de los pobres.

En realidad, tanto los liberales (caviares) como los fujimoristas y aliados son élites políticas. Y ninguno de estos dos bandos son un grupo unido ni son parte de una organización conjunta y no necesariamente tienen vínculos personales ni entre ellos ni al interior de cada bando. Y sólo comparten puntos de vista generales, y eso.

Lo que une a los “anticaviares” no son temas políticos, sino la ojeriza a los liberales (a los que llaman con fingido desdén “caviares”). Esta es la razón por lo que su definición de caviares no es política, sino adjetiva y formulado en tono calificativo.

La diferencia entre un liberal y un neoliberal es la misma que hay entre un “caviar” y un fujimorista. Todos o casi todos los neoliberales siguen las mismas coordenadas políticas generales que los fujimoristas, y a la vez todos o casi todos los liberales peruanos están relacionados a los llamados “caviares”.

Un liberal (o “caviar”) siempre será liberal en términos políticos, partidario de la democracia liberal, del mercado como fundamental asignador de recursos, y de la defensa de los DDHH. O sea muy similar a los liberales de los Estados Unidos. De hecho, lo que en el Perú son “caviares” en los Estados Unidos son los liberales. En cambio, los neoliberales son extremistas a favor del mercado absoluto y del aplastamiento absoluto de los derechos de los trabajadores y la consagración sin ambages del capital transnacional incluso por encima de los DDHH. El fujimorismo es su expresión más extrema.

Los neoliberales son una ínfima minoría sobrevaluada por sus recursos (gran parte provenientes del Estado que dicen combatir) que los hacen mediáticamente poderosos. Los liberales (o caviares) también son minoría, aunque en ellos es posible avizorar el germen de lo que sería el primer partido liberal del país. El fujimorismo vería su decadencia política tras las elecciones del 2011, en cambio, el liberalismo en el Perú recién pugna por iniciar su viabilidad político-electoral.

Saludos

Edson Baldeón

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domingo, 18 de julio de 2010

Una inocente pregunta

Beatriz Ontaneda pregunta “¿Por qué cuando una mujer sale a la luz pública la llaman por su nombre de pila, sin embargo si es un hombre lo llaman por su apellido? Ejm: En un panel de propaganda electoral a Lourdes Flores Nano le dicen: LOURDES, y al candidato de Jesus María Enrique Ocrospoma le dicen: OCROSPOMA...”

Está pregunta servirá para dejar un poco la política y entrar a otros temas. Mi estimada Beatríz, hace algún tiempo me hice una pregunta que no siendo igual a la que te formulas tiene alguna similitud. Me pregunté ¿Por qué a algunos los llaman por su nombre mientras que a otros por su apellido? Como ves no introduje el factor de género ni de sexo. Pero igual me respondí la pregunta de este modo: La gente tiene una tendencia a economizar lo que pueda en distintos ámbitos, pero a la vez sigue ciertos criterios para economizar palabras: preferir lo que le sirve mejor para una mejor identificación, por lo que prefiere utilizar lo menos común de su 1º nombres o su apellido. Respecto del primero, efectivamente la gente tiende a ahorrar palabras, por ejemplo a la Universidad Católica le dice “La cato”, al papá “pa”, a Catalina (mi vecinita) le dice “cata”, etc. Por eso muchos de los nombres no se dicen completos sino en muhos casos las dos primeras silabas sino sólo la primera. Sofi (por Sofía), Al (por Alberto), Robert (por Roberto), Gise (por Gisela), Maga (por Magali), Fede (por Federico), etc., etc.,

En el segundo caso, el caso que nos comentas, el porqué a veces se utiliza nombres o apellidos, me respondí de esta manera: de lo que se trata es de identificar mejor a la persona y ahorrar tiempo en tratar de distinguir una persona de otra. En realidad deberían llamar "Alan García", Lourdes Flores", Humberto Lay, "Ollanta Humala" Susana Villarán", "Luis Castañeda, etc, pero generalmente se les llama por uno sólo de ellos por razones de economía del lenguaje ¿Pero porqué algunos sóloe scogen el nombre y otros sólo el apellido?

Pongo ejemplos para hacerlo más gráfico y entendible: A Humberto Lay, le dicen generalmente Lay, porque Humberto es más común que Lay. Es que hay muchos humbertos y pocos Lays, uno es más común que el otro. Y así, como hay muchos Garcia´s y pocos Alan, por lo menos cuando el ahora Presidente se hizo famoso, entonces es más fácil llamarlo por el menos común ya sea de su nombre o de su apellido. Para identificar de otros. A Äntero Flores le dice más Ántero y menos Florez porque hay muchos Florez que Ánteros (para llamarlo más vale lo que se escucha que lo que se lee). Lo mismo ocurre con Lourdes Flores, se le llama “Lourdes” porque así se le llamó siempre y no hay necesidad de cambiarle de nombre porque no valdría la pena: Flores es igual de común que Lourdes. Como los dos son comunes se les llama por los dos juntos: “Lourdes Flores”. En el caso de Lourdes Alcorta se le llama “Alcorta” o “La Alcorta” tanto para no confundirla con “Lourdes Flores como porque Alcorta es menos común que “Lourdes”. En el caso de Ollanta Humala, sucede que ambos no son tan comunes, al igual que sucede con Lourdes Flores se le dice “Ollanta” o “Humala”. Aquí sí puede funcionar un solo nombre porque ambos no son tan comunes (aunque ambos sean sustantivos propios). En el caso de Luis Castañeda, se le dice “Mister Comunicore”, jajajajj, nada, se le dice “Castañeda” porque es menos común que “Luis” y más aún que “Lucho”. Con Victor Andres García Belaunde se le llama por sus nombres y apellidos completos porque llamarlo “Víctor García” no tiene Cashe, es muy común, así que con llamarlo “Víctor Andrés García Belaunde” lo hacemos indistinguible, pero como es muy largo y se trata de economizar se le llama simplemente “Vitocho”.

Respondiendo puntualmente la pregunta A Ocrospoma le llaman así porque su nombre Enrique es más común. Por ellos cuando en el panel le decían a Lourdes Flores “Lourdes” economizaban el llamarla “Lourdes Flores” y cuando llamaban a Enrique Ocrospoma sólo “Ocrospoma” también economizaban palabras porque llamándolo así ya no tenían necesidad de llamarlo “Enrique Ocrospoma” y sólo eligen el menos común , en ese caso su apellido. Allí se combina las dos cosas, primero la economía del lenguaje pero esta economía se hace utilizando lo menos común a lo más común de entre su 1º nombre y su primer apellido. ¿Nunca has escuchado a personas humildes que llaman a Lourdes Flores ni por su 1º nombre ni por su 1º apellido sino simplemente “la Nano”. Yo sí. Allí se puede ver claramente la lógica de las personas sobre la materia.

A propósito un día le hice una crítica a la congresista Rosario Sasieta, y cuando nos vimos me dijo (en su estilo) “cuando te refieras a mí no me llames Sasieta sino Charo”. ¿Pero cómo llamarla Charo sólo porque me lo pide cuando es más fácil decirle “la congresista Sasieta” ¿Imagínate si en un artículo escribiera “la Congresista Charo dijo…” Nadie me entendería!!! No va pues. Una cosa es que cuando uno se refiera a alguien de manera cara a cara y otra muy diferente cuando se trata de identificar a esa persona de manera pública (en un escrito o por algún medio de comunicación). Hay una lógica cuando se trata de hombres y mujeres públicos.

Cuando uno está en la familia se suele referir por su nombre, porque sería ilógico que a Lourdes Flores la llamen “Flores” cuando todos en esa casa son Flores. Igual cómo me van a llamar Baldeón cuando en mi casa hay varios Baldeón. No va pues. Cuando alguien llama a alguien lo que quiere es que sea respondido pero cómo te van a responder si no lo distingues con claridad. Además el nombre siempre es más “cariñoso” que el apellido, porque es escogido especialmente para ti. En cambio, al llegar al colegio, te “cambian” el nombre y te llaman por tu apellido. ¿La razón es porque hay mucho menos probabilidades de que haya más apellidos menos comunes que nombres. Por ejemplo, es probable que hay menos López que Carlos, pero especialmente te lo cambian porque oficialmente en las listas de asistencia y en todos los registros del colegio primero ponen los nombres y luego los apellidos. Por ejemplo muchos amigos de colegio no sabían mi nombre, todos me decían Baldeón, pero en mi casa me decían “ed” de Edson. Y me imagino, estimada Beatríz que a ti alguna vez te han llamado “Bea”, no?

Cuando las personas públicas postulan prefieren que les llamen por sus nombres y no tanto por sus apellidos, Lourdes Flores prefiere que le digan Lourdes, Luis Castañeda prefiere incluso que le digan "lucho", ya ni siquiera Luis, etc, pero es más como una forma marketera de acercamiento a la población. ¿No han visto al Kuchinsqui que prefiere que le digan "Pedro Pablo" o aún PPK?? El marketing también tiene algo que decir en estas cuestiones.

En el caso de Alberto Fujimori y Keiko Fujimori sucede que al primero le dicen simplemente Fujimori por economía del lenguaje, y de entre "Alberto" y "Fujimori"· sólo se escoje uno: el menos común, en este caso "Fujimori" (`por lo menos era menos común en 1990), mientras que a Keiko también sólo le dicen Keiko tambien por economizar palabras y de Keiko Fujimori" sólo escogen uno de ellos pero sucede que no se escoge "fujimori" sino "Keiko" para distinguirlo del padre (que a su vez ya popularizó el "Fujimori"). En el caso de los cantantes parece que el marketing explica todo ¿Alguien conoce cómo realmente se llama Madona o Shakira?? Seguramente a la gente le interese, pero no creo que más que sus canciones... o sus caderas...
Saludos
Edson Baldeón